LA MINISTRA Y MIEMBRA DEL PSOE ASEGURO QUE HAY 800.000 NIÑOS VIVIENDO EN UN ENTORNO DE VIOLENCIA DE GENERO SIN EXPLICAR DE DONDE HABÍA SACADO LOS DATOS
Hace 5 años los socialistas anunciaron a bombo y platillo que en España había 2 millones de maltratadores que puede que los haya, si las mujeres socialistas, comunistas y feministas de toda laya y jaez incluyen en la lista a sus maridos, hermanos, primos y cuñados.
Hoy habó Bibiana Aido, ese portento de ministra, prototipo de la mujer moderna e ilustrada española, progresista ella y faro y guía de La Moncloa. Lo hizo en los curso de verano de El Escorial a donde la responsable del mapa de los labios superiores e inferiores inmediatos al clítoris femenino debió llegar con las neuronas un poco recalentadas.
Porque fue y dijo: «En España hay unos 800.000 menores que viven en un entorno de violencia de género y requieren una protección especial, por lo que anunció ahora mismo la creación de un protocolo conjunto con las comunidades autónomas para incluir a los menores de edad entre los beneficiados de las políticas sociales que luchan contra este tipo de violencia, que es de "enorme preocupación" para la ciudadanía».
La hembra-miembra lógicamente no explicó de donde se sacó ese dato, si tocaba de oídas o se amparaba, como hace cinco años, en una encuesta realizada ad hoc para incrementar las condenas al hombre en el Código Penal. Tampoco explicó quién genera ese entorno de violencia porque, que se sepa, tradicionalmente las mujeres pasan más tiempo con sus hijos y suelen ser bastante más violentas con ellos que sus padres. Las mujeres, además, y eso está estadística y cientificamente demostrado, no sólo en España sino en todos los países industrializados cometen más parricidios que los hombres.
En cambio, claro, la señora Aído evitó dar su opinión acerca de los anuncios de prostitución que aparecen todos los días en la Prensa y que verdaderamente degradan a la mujer y atentan contra su dignidad como ser humano, al convertirla en un instrumento de placer al servicio exclusivo de los hombres. Hacerlo hubiera supuesto echarse encima a todos los periódicos de ámbito nacional, salvo La Gaceta tal vez, pero especialmente a El País y a El Mundo. Pero, claro, el feminismo militante e intrigante necesita del apoyo y la colaboración de los medios de comunicación para ejecutar sus políticas de género y para ello hay que olvidarse de las miles «esclavas del sexo», que malviven vendiendo su cuerpo y su consideración social, malviviendo y exponiéndose a ser tratadas como animales para que los diarios no pierdan su negocio.
SE OLVIDÓ DE DECIR QUE EN LOS PROXIMOS DIEZ AÑOS MORIRÁN EN ESPAÑA DOS MILLONES DE NIÑOS AL HABER CONCEDIDO EL PSOE A SUS MADRES LICENCIAPARA MATAR
La individua, obviamente, porque es lo que interesa a la industria de género que le da de comer a ella y centenares de grupos feministas, centró todo su discurso en las supuestos 800.000 niños que observan como sus padres se maltratan, porque tampoco negará la señora Aído que los insultos, los empujones, los arañazos y bastantes mordiscos en la espalda que yo he visto en los tribunales de justicia se los han hecho a si mismo los hombres por puro masoquismo.
Se olvidó de decir, claro, que en los próximos diez años en España habrá probablemente dos millones de niños asesinados por sus madres, en aplicación de la reciente ley del aborto de factura socialista; de esa ley hecha con la excusa de defender la salud sexual y reproductiva de la hembra que vino al mundo, entre otras cosas, para coadyuvar a la reproducción, a la perpetuación de la raza humana y no para eliminar a sus propios hijos, algo que ni las bestias más sanguinarias hacen con sus criaturas.
Lo que no deja de ser paradójico. Durante los dos últimos siglos, la ciencia ha luchado a brazo partido para impedir la mortalidad infantil, implantar la vacunación masiva y acabar con las epidemias en el mundo. Ayer mismo, releyendo la biografía de Alejandro Lerroux (Mis memorias), observé cómo el dirigente que fuera del Partido Radical Republicano contaba atribulado como sólo 5 de los 10 hermanos que eran sobrevivieron a la miseria y a las calamidades de finales del siglo XIX y comienzos del XX, especialmente a lo que llamaban el vómito negro. Por eso no deja de ser un contrasentido, una vuelta hacia atrás en la evolución humana, que hoy, gracias al PSOE, las mujeres tienen licencia para matar.
Y a Bibiana Aído, entre tanto, sólo le preocupa que en los hogares españoles no haya violencia (que ella atribuye, claro está, al hombre, faltaría más), lo que me hace pensar que en realidad lo que está pretendiendo es utilizar a los menores como rehenes, como moneda de cambio, para endurecer la llamada Ley Orgánica de Medidas de Protección Integral contra la Violencia de Genero, es decir, la ley que más violencia ha generado en España con total seguridad desde la etapa de los romanos.
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