EL ASUNTO HA SALIDO A RELUCIR DE NUEVO AL SER JUZGADO POR PRESUNTA REVELACION DE SECRETOS UNO DE SUS REDACTORES
Abdelkader el Farssaoui, el imán marroquí de la mezquita de la calle Cartagena de Madrid, le contó a los funcionarios de la Unidad Central de Información Exterior de la Comisaría General de Información que la célula islamista de Serhane Ben Abdelmajid Fakhet, El Tunecino estaba prepagando un gran atentado terrorista en Madrid.
La información de que la célula islamista que dirigía estaba dispuesta a «haced la Yihad en España» se la reveló a uno de sus tres enlaces de este grupo de élite de la policía secreta y figuró en 12 notas internas de la Comisaría General de Información antes de la matanza de Atocha.
De esta manera, algunos de los actores más destacados de la matanza se encontraban controlados en las fechas anteriores al 11-M por la Policía, la Guardia Civil y el CNI; que esa vigilancia llegó a ser tan cercana que algunos de los miembros de la célula islamista tenían el teléfono pinchado, y que existían confidentes que fueron informando de cada paso que daban hacia la comisión de los atentados quienes ya eran considerados como elementos peligrosos por las Fuerzas de Seguridad.
La información la publicó El Mundo en exclusiva y el autor de la misma está siendo juzgado estos días por supuesta revelación de secretos, lo cual es una memez de los políticos como otras muchas, encaminada a proteger lo que ellos llaman los «secretos de estado». El artículo 20 de la Constitución no establece restricción alguna al derecho a difundir información y la existencia del confidente Cartagena tarde o temprano acabaría conociéndose.
Lo curioso de este juicio es que vuelve a sacar a la palestra que el diario de Pedro José Ramírez sabía a los pocos meses del atentado que los autores materiales eran radicales árabes y durante cuatro años se inventó una «teoría de la conspiración» para implicar ─sin decirlo expresamente─ a una serie de policías y guardia civiles cercanos al PSOE, a miembros de los servicios secretos y a otras personas sin determinar en la mayor matanza de civiles ocurrida en Europa desde la II Guerra Mundial.
¿Con qué fin? No tengo una bola de cristal a mano y no se me ocurre ninguno ya que todos los mandos policiales habían sido nombrados por el PP y debían obedecer las órdenes de sus mandos políticos, Mariano Rajoy Brey y Ángel Acebes. Solo me explico una monstruosidad semejante recordando que Pedro J. Ramírez utilizó el empleo del terrorismo de Estado contra ETA (actividad que se realizó con el apoyo de Alianza Popular) para ascender a José María Aznar al poder. Y que, sólo a una mente tan calenturienta como la suya, podría ocurrírsele que los socialistas montaran una trama criminal similar para reconquistar La Moncloa, hecho del que no existen los más mínimos indicios, pese a que los socialistas utilizaran los atentados del 11M para ganar votos el día de reflexión, lo cual es una cosa bien distinta.
Por otra parte, que Abdelkader el Farssaoui Cartagena ha sido el topo más serio y riguroso que los servicios secretos españoles han tenido infiltrado en el islamismo radical en España está fuera de toda duda. Según cuento en mi libro Pedro J. Ramírez, al desnudo, la Comisaría General de Investigación Exterior llegó a destinar nada menos que a tres policías, expertos en terrorismo yihadista, para controlar y dirigir a Cartagena y para que, de esta manera, no le perdieran ni de día ni de noche y sacarle el mayor jugo posible a todas sus informaciones.
Una decisión de esta índole generalmente sólo se adopta en casos como el de El Lobo (el gran topo infiltrado en ETA) o en otros parecidos, cuando se tiene la certeza total de que la fuente de información vale la pena.
El juicio contra uno de sus periodistas revela, por una parte, que el Gobierno de José María Aznar estaba informado de que se iba a producir un atentado yihadista en vísperas de las elecciones del 14 M y que El Mundo también lo supo, aunque a posteriori. La incógnita que queda por resolver es esta. ¿Por qué este grupo de iluminados seguidores del tal Ramírez, amigo incondicional ya por entonces de José Luis Rodríguez Zapatero, se inventó la gran conjura de los necios, que sólo sirvió para quitarle votos al PP en las elecciones del 2008 y para mantener en La Moncloa al político más inepto e incapaz de la historia de España?
La información de que la célula islamista que dirigía estaba dispuesta a «haced la Yihad en España» se la reveló a uno de sus tres enlaces de este grupo de élite de la policía secreta y figuró en 12 notas internas de la Comisaría General de Información antes de la matanza de Atocha.
De esta manera, algunos de los actores más destacados de la matanza se encontraban controlados en las fechas anteriores al 11-M por la Policía, la Guardia Civil y el CNI; que esa vigilancia llegó a ser tan cercana que algunos de los miembros de la célula islamista tenían el teléfono pinchado, y que existían confidentes que fueron informando de cada paso que daban hacia la comisión de los atentados quienes ya eran considerados como elementos peligrosos por las Fuerzas de Seguridad.
La información la publicó El Mundo en exclusiva y el autor de la misma está siendo juzgado estos días por supuesta revelación de secretos, lo cual es una memez de los políticos como otras muchas, encaminada a proteger lo que ellos llaman los «secretos de estado». El artículo 20 de la Constitución no establece restricción alguna al derecho a difundir información y la existencia del confidente Cartagena tarde o temprano acabaría conociéndose.
Lo curioso de este juicio es que vuelve a sacar a la palestra que el diario de Pedro José Ramírez sabía a los pocos meses del atentado que los autores materiales eran radicales árabes y durante cuatro años se inventó una «teoría de la conspiración» para implicar ─sin decirlo expresamente─ a una serie de policías y guardia civiles cercanos al PSOE, a miembros de los servicios secretos y a otras personas sin determinar en la mayor matanza de civiles ocurrida en Europa desde la II Guerra Mundial.
¿Con qué fin? No tengo una bola de cristal a mano y no se me ocurre ninguno ya que todos los mandos policiales habían sido nombrados por el PP y debían obedecer las órdenes de sus mandos políticos, Mariano Rajoy Brey y Ángel Acebes. Solo me explico una monstruosidad semejante recordando que Pedro J. Ramírez utilizó el empleo del terrorismo de Estado contra ETA (actividad que se realizó con el apoyo de Alianza Popular) para ascender a José María Aznar al poder. Y que, sólo a una mente tan calenturienta como la suya, podría ocurrírsele que los socialistas montaran una trama criminal similar para reconquistar La Moncloa, hecho del que no existen los más mínimos indicios, pese a que los socialistas utilizaran los atentados del 11M para ganar votos el día de reflexión, lo cual es una cosa bien distinta.
EL BURDO MONTAJE DE EL MUNDO TRAS CONOCER LOS HECHOS REALES SOLO SE EXPLICA POR LA MALA CONCIENCIA DE SU DIRECTOR, QUE ACABÓ CON GONZALEZ CON EL TERRORISMO DE ESTADO COMO ARMA PERIODISTICA
Por otra parte, que Abdelkader el Farssaoui Cartagena ha sido el topo más serio y riguroso que los servicios secretos españoles han tenido infiltrado en el islamismo radical en España está fuera de toda duda. Según cuento en mi libro Pedro J. Ramírez, al desnudo, la Comisaría General de Investigación Exterior llegó a destinar nada menos que a tres policías, expertos en terrorismo yihadista, para controlar y dirigir a Cartagena y para que, de esta manera, no le perdieran ni de día ni de noche y sacarle el mayor jugo posible a todas sus informaciones.
Una decisión de esta índole generalmente sólo se adopta en casos como el de El Lobo (el gran topo infiltrado en ETA) o en otros parecidos, cuando se tiene la certeza total de que la fuente de información vale la pena.
El juicio contra uno de sus periodistas revela, por una parte, que el Gobierno de José María Aznar estaba informado de que se iba a producir un atentado yihadista en vísperas de las elecciones del 14 M y que El Mundo también lo supo, aunque a posteriori. La incógnita que queda por resolver es esta. ¿Por qué este grupo de iluminados seguidores del tal Ramírez, amigo incondicional ya por entonces de José Luis Rodríguez Zapatero, se inventó la gran conjura de los necios, que sólo sirvió para quitarle votos al PP en las elecciones del 2008 y para mantener en La Moncloa al político más inepto e incapaz de la historia de España?
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